Lara tiene 7 años, es de Rosario, y a los tres añitos en marzo del 2019 fue diagnosticada con Neuroblastoma de alto riesgo grado cuatro, con metástasis en ganglios y cabeza. En el Sanatorio de Niños de Rosario empezó el tratamiento de quimioterapia.

En ese momento las posibilidades eran muy bajas. Nos dieron un 30% posibilidades de éxito, y empezó el tratamiento. Después de unos ciclos de quimio empezó a responder. 

Desaparecieron las metástasis, pero el tumor original no se reducía y era muy complicada la cirugía, por la ubicación corría un alto riesgo. Hasta que un día encontramos un doctor en el Fleni de Buenos Aires que le dio la posibilidad de hacer la cirugía. Gracias a Dios salió todo bien. 

Siguió con rayos, luego de los rayos tuvo que hacer algunos ciclos más de quimio y empezamos en el Hospital Austral de Buenos Aires, un protocolo de investigación e inmunoterapia, en donde durante un año casi, ella se mantuvo sin enfermedad, pero en los últimos controles, de nuevo, apareció una manchita que era rara… estaba infiltrada en la médula. Lo que nos llevó, a empezar de nuevo con la quimioterapia. Respondía bien otra vez.   

Y descubrimos que en el Hospital San Juan de Dios de Barcelona estaba esta inmunoterapia que era más efectiva, con una droga llamada Naxitamab. 

Logramos juntar el dinero con mucho esfuerzo y mucha ayuda, y pudo realizar su tratamiento, quedando libre de la enfermedad en diciembre de 2022, por lo que regresó a su ciudad. 

En marzo de este año, Lara viaja a realizar los controles y lamentablemente los resultados no son los esperados, Lara tenía varios focos, y la propuesta fue hacer quimioterapia para estabilizar la enfermedad y luego quimio-inmuno. 

Un mundo que corre en paralelo, que no se une con lo que queremos, porque tiene sus propias reglas, no pregunta, nos hace parar y volver a planificar el futuro, nos sorprende, nos deja sin palabras, sin aire, nos hace llorar y descreer… Ese mundo se une con el presente, y la vuelve a poner a prueba, ¡una vez más!

Creed que, sin dudas Lara puede con esto una vez más, porque es invencible, porque tenemos que seguir aprendiendo, a base de preguntas sin respuestas, ¡que la vida es esto!

Hoy le toca de nuevo, con apenas 7 años aceptar, y seguir adelante. Ella brilla por dentro y por fuera, vuelve a cruzar el océano iluminando el cielo, vuelve a secarse las lágrimas y a decir, vamos de nuevo. 

Ella va a volver a conquistar ese mundo paralelo y a hacerlo propio… ¡Pero para eso necesitamos de la ayuda de todos!