Síntomas y diagnóstico del sarcoma óseo 

Los sarcomas óseos son tumores malignos muy raros que se originan en el tejido óseo. El pronóstico depende estrictamente del tipo de tumor, su tamaño y la posibilidad de extirpación completa.

Los sarcomas también pueden desarrollarse a partir de otros tejidos, por ejemplo en el músculo y la grasa. Entonces se clasifican como sarcomas de partes blandas. 

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Los sarcomas óseos más comunes incluyen: 

  • Osteosarcoma.
  • Condrosarcoma.
  • Sarcoma de Ewing.

Menos comunes son el fibrosarcoma, el histiocitoma fibroso, el tumor de células gigantes y el condroma.

Los sarcomas son una enfermedad rara que representa alrededor del 0,2% de todos los tumores malignos. El osteosarcoma es más común en adolescentes y adultos jóvenes. 

Los sarcomas derivados del cartílago, por otro lado, son más comunes en etapas posteriores de la vida (30 a 60 años). Los osteosarcomas suelen desarrollarse en las epífisis de los huesos largos, es decir, el fémur, la tibia, el peroné y el húmero . Los condrosarcomas, por otro lado, se localizan con mayor frecuencia en huesos polimórficos, es decir, la pelvis o la cintura escapular. 

Sin embargo, también pueden desarrollarse en los huesos de las piernas y los brazos. Otra ubicación también se caracteriza por el sarcoma de Ewing, que afecta con mayor frecuencia a las diáfisis de los huesos largos o planos, la columna vertebral y la pelvis . Ocurre en niños y adultos jóvenes. 

Los tumores óseos también pueden ser metástasis del cáncer que se desarrolla en otras partes del cuerpo, como la mama, la próstata, los riñones o los pulmones. Entonces no se clasifican como sarcoma, porque tienen características de un cáncer primario, por ejemplo, de los pulmones.

¿Cuáles son los síntomas del sarcoma óseo?

El dolor de huesos que empeora por la noche es una señal que sugiere la posibilidad de desarrollar un sarcoma. Este síntoma se vuelve más y más severo a medida que el tumor crece. También se puede producir restricción de la movilidad de la articulación más cercana, hinchazón y fracturas del hueso afectado. 

También pueden presentarse dolencias inespecíficas como fiebre, anemia, debilidad. Tales síntomas poco característicos hacen que sea difícil hacer un diagnóstico temprano. Cabe señalar que otro cáncer que también puede causar dolor en los huesos es el mieloma múltiple.

Causas de la formación de tumores

En la mayoría de los casos, se desconoce la causa del sarcoma óseo. Sin embargo, existen algunos factores ambientales y genéticos que pueden aumentar el riesgo de desarrollar este cáncer. pertenecer a ellos:

  • Exposición anterior a la radiación ionizante (radioterapia).
  • Enfermedad ósea de Paget, osteocondroma (tumor óseo benigno).
  • Algunos síndromes genéticos raros (retinoblastoma familiar, síndrome de Li-Fraumeni, síndrome de Rothmund-Thomson, síndrome de Bloom.
  • Síndrome de Werner, anemia de Blackfan-Diamond).

¿Qué pruebas se deben realizar para detectar el sarcoma óseo?

El diagnóstico se realiza mediante un examen de rayos X, que permite ver la estructura del hueso. También puede ser necesario realizar otras pruebas de imagen, como resonancia magnética, tomografía computarizada, PET o gammagrafía ósea. Estas pruebas pueden ayudar a evaluar la gravedad de la enfermedad y si se ha propagado a otros órganos. 

Un elemento diagnóstico inseparable es también el examen histopatológico. Permite determinar el tipo (incluyendo osteosarcoma, condrosarcoma, sarcoma de Ewing) y el grado de malignidad del sarcoma. Cuanto menor sea el grado de malignidad, menor será el riesgo de metástasis a otros órganos. 

Un médico general puede ordenar un examen de rayos X. Los diagnósticos y tratamientos posteriores deben ser realizados por un equipo de especialistas (patólogo, oncólogo, radiólogo) con experiencia en el tratamiento de este tipo de cáncer . 

Vale la pena señalar que no todos los tumores invitados son malignos. Esto significa que no todos los cánceres de huesos y articulaciones tienen la capacidad de diseminarse a otros órganos. Por lo tanto, por lo general no representan una amenaza grave para la vida y pueden tratarse con métodos quirúrgicos. Los tumores óseos benignos incluyen: 

  • Osteocondroma.
  • Osteoblastoma.
  • Osteoma calloso.
  • Condroma intraóseo.
  • Fibroma cartilaginoso del hueso.

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Autor: Natalia Tarlowska

Fuentes:

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