La nutrición clínica, aunque suene muy científica, debe estar cerca de todos nosotros, porque es un elemento importante del proceso de tratamiento e introducido de la manera adecuada puede mejorar significativamente el pronóstico. Durante el tratamiento del cáncer puede ser un gran apoyo, especialmente cuando el consumo de alimentos tradicionales es reducido, difícil o imposible.
La nutrición clínica también se conoce como terapia nutricional. Según la definición, es un procedimiento médico que abarca varios aspectos. A partir del 2012 se debe incluir en la ficha de cada paciente oncológico ingresado en el hospital una evaluación del estado nutricional. Dicha evaluación debe repetirse al menos cada 14 días para monitorear el estado nutricional, que puede cambiar dinámicamente. Si nos encontramos en un grupo con riesgo de desarrollar desnutrición, y casi todos los pacientes con cáncer están en este grupo, deberíamos realizar una evaluación de las necesidades de nutrientes, que es el segundo pilar de la nutrición clínica. Una vez que se conocen las necesidades, es hora de dar el siguiente paso: suministrar la cantidad adecuada de proteínas, energía, electrolitos, vitaminas, oligoelementos y agua.
El último componente de la nutrición clínica es el seguimiento del tratamiento nutricional. En la nutrición clínica, los nutrientes y la energía se pueden administrar al cuerpo a través del tracto digestivo y/o por vía intravenosa.
El objetivo de la nutrición clínica es mejorar o mantener el estado nutricional de las personas que no pueden cubrir sus necesidades de nutrientes y energía con una dieta natural utilizando productos que conocemos en los estantes de las tiendas. El objetivo de la nutrición clínica también puede ser reducir el número de complicaciones o mejorar la calidad de vida de una persona enferma.
Dependiendo de las habilidades y el estado de salud del paciente, la nutrición clínica se ve diferente. Si es posible el consumo oral, se añaden alimentos medicinales a la dieta tradicional previa consulta al médico. Puede ser un alimento médico de un solo ingrediente (por ejemplo, agregar solo proteína en polvo a las comidas) o nutricionalmente completo (contiene todos los nutrientes que necesita el ser humano). Si el consumo de productos tradicionales es insignificante, la alimentación médica puede ser la única fuente de alimentación y sustituirla por completo.
La nutrición clínica también nos ayuda cuando no se puede comer nada por la boca debido, por ejemplo, a la localización del tumor en la zona de la cabeza y el cuello, dolor en la boca o falta total de apetito. En tal situación, los alimentos especialmente creados llamados alimentos industriales se introducen en el sistema digestivo por medio de un acceso artificial directamente al estómago o los intestinos. El acceso artificial no es más que un tubo nasal (un tubo especial que pasa a través de la nariz hasta el estómago o el intestino) o una fístula de nutrientes creada quirúrgicamente (acceso directo al estómago o intestino a través de la pared abdominal).
A pesar de las preocupaciones, no se debe evitar la nutrición clínica. Las dietas industriales, aunque su nombre suene poco amigable, suelen ser un rescate para el organismo, pues en un pequeño volumen contienen un conjunto completo de nutrientes y energía en proporciones acordes al estado de salud. Una sonda de alimentación también puede dar miedo: es cierto que puede ser incómodo al principio, pero le da la oportunidad de proporcionar al cuerpo todo lo que necesita cuando comer es imposible.
Si nuestro estado de salud requiere más tiempo de alimentación directa al estómago o intestino, la solución más conveniente es sustituir la sonda de alimentación por una fístula nutricional. La mayoría de las veces se llama PEG, que permite administrar alimentos directamente al estómago a través del abdomen. Si le han diagnosticado cáncer, que por su tipo o localización pueden impedirnos comer, conviene valorar con el médico la realización de un estoma nutricional antes de iniciar el tratamiento. Este proceso es reversible y podría salvarnos la vida. A menudo nos decidimos por una solución de este tipo demasiado tarde, cuando el médico ya no puede llevar a cabo dicho procedimiento debido a un estado nutricional muy deficiente.
Por otro lado, si no es posible proporcionar cantidades adecuadas de alimentos al sistema digestivo, el médico decide el uso de nutrición clínica en forma de nutrición parenteral. En este caso, se administra una mezcla especial de nutrientes directamente en las venas periféricas o a través del llamado acceso céntrico. Vale la pena saber que la nutrición parenteral no es un goteo ordinario de solución de glucosa o NaCl. Los preparados de nutrición parenteral, aunque líquidos y administrados de forma similar, aportan un conjunto de nutrientes, entre ellos valiosas proteínas, a diferencia de los mencionados anteriormente.
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Se pueden combinar todos los tipos de administración de energía y nutrientes en la nutrición clínica. La nutrición clínica en el tracto gastrointestinal a través de una sonda de alimentación o estoma, la nutrición parenteral, así como la creación de accesos artificiales son reembolsados por el Fondo Nacional de Salud.
Autor: Dr. Ing. Katarzyna Zadka, dietista
Fuentes:
- Klek S et al. Normas de nutrición enteral y parenteral. Cracovia 2019