Diagnóstico y tratamiento de los cánceres de la sangre

Los primeros síntomas de los cánceres de la sangre pueden ser inespecíficos, por lo que vale la pena saber qué buscar y qué pruebas realizar para no pasar por alto la enfermedad en desarrollo.

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Linfomas

Los síntomas relacionados con el linfoma pueden incluir sudores nocturnos, fatiga, ganglios linfáticos agrandados y pérdida de peso inexplicable. Las personas que desarrollan linfoma pueden tener fiebre, tos, dolor abdominal o en el pecho, picazón en la piel y pérdida del apetito. 

Puede haber agrandamiento del hígado y el bazo. Si su médico sospecha de linfoma, es posible que ordene la extirpación de un ganglio linfático para el diagnóstico y pruebas de imagen para evaluar la gravedad de la enfermedad. 

Leucemia 

Si su médico sospecha que tiene leucemia, ordenará un análisis de sangre para verificar la cantidad de células sanguíneas individuales y otros componentes de la sangre. Los niveles anormales de células sanguíneas pueden indicar cáncer de sangre. Un examen físico y escuchar la descripción de los síntomas del paciente también son parte de la evaluación. 

Es posible que su médico ordene una biopsia de médula ósea para evaluar si hay células cancerosas en la médula ósea. También se utilizan imágenes de diagnóstico y pruebas genéticas.

Mieloma

El diagnóstico de mieloma requiere una prueba de médula ósea, pruebas de proteínas que detectan una proteína anormal llamada monoclonal o un fragmento de ella llamado cadena ligera. 

Las pruebas de imagen de todo el sistema esquelético y los análisis de sangre bioquímicos que evalúan la función renal también son obligatorios. Las pruebas básicas que dan la posibilidad de una fuerte sospecha de diagnóstico de mieloma pueden ser realizadas por médicos de familia.

Tratamiento de los cánceres de la sangre

El tratamiento de los cánceres de la sangre y de la médula ósea se lleva a cabo en centros altamente especializados. Depende del tipo de cáncer, la edad, la rapidez con la que crece el cáncer, hacia dónde se ha propagado y otros factores. Los tratamientos comunes para el cáncer de sangre en la leucemia, el linfoma y el mieloma múltiple incluyen:

Quimioterapia: la quimioterapia usa medicamentos contra el cáncer que interfieren y detienen el crecimiento de las células cancerosas en el cuerpo. La quimioterapia para los cánceres de la sangre a veces implica administrar varios medicamentos juntos en un horario fijo. Este tratamiento también se puede utilizar antes de un trasplante de células madre.

Radioterapia: la radioterapia se puede usar para destruir las células cancerosas o aliviar el dolor o la incomodidad. También se puede administrar antes de un trasplante de células madre. 

Trasplante de células madre: un trasplante introduce células madre sanas formadoras de sangre en el cuerpo. Las células madre se pueden obtener de la médula ósea, la sangre circulante y la sangre del cordón umbilical.

Los métodos terapéuticos modernos utilizados en tipos particulares de cáncer se analizan en artículos separados. 

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Autor: Paweł Steckiewicz, MD

El artículo fue creado como parte de la campaña educativa «Mieloma y otras enfermedades hemato-oncológicas» gracias al apoyo de Janssen. 

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