Existe una fuerte evidencia de que practicar deportes reduce el riesgo de cáncer de mama en mujeres posmenopáusicas. Pero el cáncer puede tardar muchos años en desarrollarse.
Una nueva investigación que puede ayudar a aclarar el vínculo entre el deporte y el cáncer de mama sugiere que las mujeres jóvenes físicamente activas muestran cambios en el metabolismo del estrógeno, que luego desempeña un papel en la reducción del riesgo de desarrollar cáncer de mama.
El estudio, publicado en Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention, es uno de los pocos ensayos clínicos que se enfoca en el estado físico y el metabolismo del estrógeno en mujeres jóvenes.
Los investigadores querían centrarse en el metabolismo de los estrógenos, ya que la mayoría de los cánceres de mama están relacionados con esta hormona. Los estudios indican que una mayor exposición a los estrógenos aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Sin embargo, hay muchas formas de estrógeno y parecen desempeñar un papel diferente en la evaluación del riesgo.
Los estudios de laboratorio sugieren que dos formas, estradiol y estrona, juegan un papel en el desarrollo de cánceres. Estas formas de estrógeno se metabolizan a otros compuestos, y es la proporción de estos metabolitos, según la investigación, lo que puede afectar el riesgo de cáncer de mama.
En este estudio, los investigadores dividieron al azar a 400 mujeres jóvenes sedentarias en dos grupos: el primer grupo de mujeres se encargó de hacer ejercicio con regularidad y el segundo grupo se encargó de permanecer inactivas. Todas las mujeres eran premenopáusicas, aproximadamente de la misma edad y peso.
Las mujeres que estuvieron físicamente activas durante 16 semanas, cinco días a la semana, se ejercitaron durante media hora en una cinta de correr o máquinas elípticas para que se sometieran a un entrenamiento moderado.
Los investigadores, justo antes y después del período de ejercicio de 16 semanas, analizaron muestras de orina en busca de estradiol, estrona y otro compuesto original, y nueve metabolitos.
Al final del estudio, el análisis cuantitativo de los estrógenos y sus metabolitos mostró diferencias significativas entre el grupo de mujeres físicamente activas e inactivas. Las personas que hacían ejercicio tenían significativamente menos estrona y más metabolitos asociados con la reducción del riesgo de cáncer de mama.
Por supuesto, las mujeres que hacían ejercicio con regularidad también mejoraron su condición física y perdieron peso.
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**Traducido del inglés por Joanna Przybyszewska
- Fuente: http://blog.aicr.org/2013/05/08/study-how-exercise-may-decrease-later-breast-cancer-risk/