El diagnóstico de cáncer afecta a toda la familia, aunque se trate de un individuo. Asociada con el peor de los casos, una enfermedad que genera muchas incógnitas, está asociada con cambios en muchos niveles. Desde el ámbito físico, económico, familiar, profesional, hasta el psíquico.
El cáncer genera muchas preguntas y no somos especialistas en todas las áreas. Las experiencias de ansiedad pueden afectar la recepción de información, su comprensión y recuerdo. Un enfermo, además de luchar contra la enfermedad, lucha consigo mismo, porque no quiere ser una carga para sus familiares.
¿Por qué es importante hablar con los seres queridos?
La conversación nos permite acostumbrarnos a una situación difícil, que suele ser una situación temporal. Una persona enferma no debe enfrentarse sola a los desafíos de la enfermedad. Se puede buscar apoyo en la comunicación de especialistas: médicos y psicooncólogos, así como familiares y amigos.
El tema tabú del cáncer puede influir en cómo un paciente afronta la situación de estar enfermo. Los mitos e imaginaciones relacionados con la enfermedad son el resultado de la ignorancia o la experiencia personal. La actitud emocional, el conocimiento de los problemas médicos, así como las habilidades de comunicación interna (conversación dentro de la familia) y externa (por ejemplo, con el personal médico) también son importantes.
A continuación se presentan ejemplos de temas que se abordarán durante el proceso de la enfermedad. Tanto con el enfermo como con todos los familiares:
- Cuestiones existenciales (sentido de la vida, sufrimiento, muerte).
- Pérdidas y ganancias resultantes de la enfermedad (actuales y futuras).
- El papel del paciente en la familia (cargo, deberes).
- Impotencia (más a menudo sentida por familiares).
- Emociones y sentimientos difíciles (miedos, pensamientos de resignación, resistencia al tratamiento, duda, ira).
- Fenómenos relacionados con la vida espiritual.
- Asistencia de emergencia durante el tratamiento (dolor, consecuencias del tratamiento).
¿Cómo habla con su familia sobre su enfermedad?
El aspecto más importante que influye en la adaptación al diagnóstico de cáncer es la comunicación . La comunicación de acuerdo con las siguientes pautas será efectiva y tendrá un impacto positivo en comunicar sus necesidades, recibir apoyo y ayuda.
Se recomienda que:
- Usar mensajes simples, oraciones cortas.
- Repetir comandos y hacer menos preguntas.
- Evitar la confrontación.
- Centrarse en los hechos y sacar conclusiones.
La comunicación, o simplemente una conversación, nos permitirá establecer un plan de acción, plantear temas difíciles, pero directamente relacionados con el proceso de la enfermedad, por ejemplo, acordar un poder notarial, determinar cuestiones formales relacionadas con los deberes profesionales del paciente u otras obligaciones.
Ejemplos:
- Comunique sus preguntas y lo que ya sabe, busque disponibilidad y apoyo entre el entorno en varios niveles .
- Sea honesto, no finja que es fácil, si no lo es, no diga que va a estar bien, porque no sabe cómo será, por ejemplo, „No sé qué hacer”, „No No quiero estar solo”, “Te necesito/ayuda/información o dinero…”, “No puedo predecir cuándo estará mejor”, “No puedo dar tanto como antes de la enfermedad” .
- Siempre diga la verdad y escuche con atención: una conversación tranquila y empática es relajante. Ocultar información importante, por ejemplo, sobre el tratamiento o el diagnóstico en sí, puede dificultar la búsqueda de ayuda.
- Habla de emociones, no tengas miedo al miedo, a la tristeza. Cada uno de nosotros siente emociones negativas – „Tengo miedo”, „No puedo hacerlo”, „No quiero, me duele, no tengo la fuerza” – solo conociendo sus sentimientos alguien puede sugerir acciones apropiadas, luego obtendrá apoyo, que será su fortaleza.
- No se sienta culpable: la enfermedad, como cualquier otra, no elige, cada uno de nosotros puede enfermarse y todos pueden necesitar ayuda .
- Diga todo lo que quiera: no es posible contarles a todos sobre el cáncer al mismo tiempo. La cantidad y el tipo de información que se proporciona depende del propio paciente.
- No tienes que responder preguntas que surgen repetidamente. Las personas más cercanas a usted seguramente entenderán que no desea hablar sobre algunos temas relacionados con el cáncer.
Una persona que lucha contra la enfermedad debe comunicar sus necesidades y expectativas de manera directa e indirecta, diversificando la conversación y el tiempo que pasan juntos:
- El paciente puede, por ejemplo, escribir una carta para expresar sus sentimientos y pensamientos. A veces es más fácil poner pensamientos oscuros y emociones difíciles en un papel.
- Concentrémonos en los aspectos positivos en lugar de los negativos. Revivamos recuerdos comunes en lugar de analizar escenarios negativos.
- Hablemos de lo que nos enorgullece: tales acciones evocan sentimientos positivos.
Es bueno prepararse para una conversación de este tipo, también podemos consultar a un psicooncólogo con anticipación sobre cómo hablar sobre la enfermedad. Sin embargo, recordemos que la conversación, aunque difícil, es necesaria. Esta es la primera etapa de la lucha contra la enfermedad: descubrirla, nombrarla, diseñar un plan de tratamiento y los cambios que la enfermedad trae consigo.
¿Cómo puede ayudar un psicooncólogo?
Se supone que un psicólogo y un psicooncólogo ayudan al paciente y a la familia a comprender y aceptar el diagnóstico y el tratamiento, y aprovechar la experiencia en el manejo de situaciones difíciles.
Un psicólogo también te ayudará a lidiar con el miedo, la depresión, la desesperación, cambiando la jerarquía de importancia y valores. Lo importante son las creencias que el paciente y sus familiares tienen acerca de decir la verdad o de ocultar cierta información por miedo a la carga oa la preocupación.
Los familiares del paciente y los pacientes necesitan información y orientación confiables sobre cómo apoyar al paciente y a ellos mismos. El apoyo psicológico puede ser de ayuda para liberar las emociones acumuladas, mejorando la eficiencia en el afrontamiento de situaciones difíciles. Se discuten las posibilidades de cambiar las estructuras familiares.
El psicólogo ayuda al paciente ya sus familiares a comprender y aceptar el diagnóstico y el tratamiento, así como a concienciarlos sobre la naturaleza a largo plazo de las acciones. Muestra técnicas de afrontamiento del miedo, depresión, desesperación, apoyos para cambiar la jerarquía de importancia y valores.
En el proceso dinámico de aceptar la enfermedad y acostumbrarse al tratamiento, la aparición de ira y agresión dirigida al mundo, a las personas ya uno mismo es un estado emocional natural. Los familiares del paciente también pueden experimentar agresión por parte del paciente y también pueden sentirla ellos mismos. Vale la pena recordar que la agresión juega el papel de factor motivador para combatir la enfermedad.
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Autora: Natalia Fuchs-Dzierzyc, MA, Psicooncóloga, Clínica de Salud Mental HARMONIA Grupo LUX MED