Muchas personas piensan que durante el tratamiento del cáncer deben evitar el esfuerzo y simplemente descansar mucho. Mientras tanto, el movimiento adaptado a las capacidades del paciente realmente puede hacer mucho. Le ayudará a tolerar mejor el tratamiento, reducir los efectos secundarios y mejorar su bienestar. ¿Por qué vale la pena estar activo? Lea este artículo y vea el vídeo.
Tiempo de lectura: 2 minutos. Aprenderás:
- El ejercicio reduce los efectos secundarios del tratamiento.
- La actividad física mejora la condición mental.
- El movimiento mejora los efectos del tratamiento.
- Formas sencillas de actividad.
El ejercicio reduce los efectos secundarios del tratamiento
El ejercicio reduce la fatiga, que es uno de los efectos más comunes de la quimioterapia y la radioterapia. El ejercicio regular favorece el flujo sanguíneo, lo que ayuda al cuerpo a regenerar mejor los tejidos. Gracias a esto nos sentimos menos cansados. También es importante apoyar el sistema inmunológico, y el ejercicio mejora su funcionamiento, lo que reduce el riesgo de infección durante el tratamiento.
La actividad física mejora la condición mental
La actividad física ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. El ejercicio favorece la liberación de endorfinas, es decir, las llamadas hormonas de la felicidad que mejoran el estado de ánimo y ayudan a mantener la motivación para el tratamiento. Incluso un simple paseo de unos minutos al aire libre puede mejorar realmente tu bienestar.
El movimiento mejora los efectos del tratamiento
Las investigaciones muestran que el ejercicio puede mejorar la eficacia de tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia. ¿Por qué? El movimiento aumenta la oxigenación de los tejidos, lo que favorece la eficacia de estos métodos. Además, mejora la circulación sanguínea, lo que afecta el transporte de medicamentos por el cuerpo, lo que significa que pueden trabajar más eficazmente donde se necesitan.
Aprende formas sencillas de actividad.
Recuerda, cada paso cuenta. El movimiento es salud, también durante el tratamiento oncológico. Es obvio que hay días en los que no tienes fuerzas para hacer nada, pero cuando te sientas mejor, actívate aunque sea unos minutos.
Guión y supervisión de producción: Dra. Joanna Neuhoff-Murawska, Fundación Oncológica ALIVIA
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