Estoy seguro de que a todo el mundo le encanta el té. Sin embargo, debes prestar atención al tipo de té que bebes: tibio, caliente, tibio o frío. ¿Por qué es tan importante? Bueno, las últimas investigaciones han confirmado que el té caliente aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de esófago.
Según las estadísticas de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, en 2019 habrá hasta 17 650 nuevos casos de cáncer de esófago y más de 16 000 personas morirán a causa de él. Al mismo tiempo, la Sociedad Estadounidense del Cáncer enfatiza que alrededor del 20% de las personas que padecen cáncer de esófago pueden sobrevivir otros 5 años después del diagnóstico.
Además de consumir té caliente, existen otros factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer de esófago. Estos incluyen, entre otros: la edad (mayores de 55 años), el sexo (la enfermedad suele afectar a los hombres), el reflujo gastroesofágico, una dieta rica en carne procesada y demasiado baja en frutas y verduras. Algunos científicos creen que el consumo regular de líquidos muy calientes también puede aumentar el riesgo de cáncer de esófago, y no solo el té caliente en sí es desaconsejable.
El consumo de té caliente puede aumentar el riesgo de cáncer de esófago en un 90%.
Por otra parte, el Dr. Farhad Islami y sus colegas utilizaron datos de más de 50.000 personas que participaron en el Estudio de Cohorte de Golestán, un „estudio prospectivo basado en la población”. El rango de edad de los sujetos era de 45 a 70 años al comienzo del estudio. Los científicos los siguieron durante más de 10 años, entre 2004 y 2017. Registraron datos sobre hábitos, salud, hábitos de consumo de té y nivel socioeconómico. Resultó que durante este tiempo, 317 personas desarrollaron cáncer de esófago.
Al usar la palabra „caliente”, uno debe preguntarse qué significa y cuál es la temperatura segura para beber té.
Bueno, en las personas que tomaron té a más de 60 grados centígrados y bebieron más de dos tazas grandes de la infusión, hubo un 90 % más de riesgo de cáncer de esófago que en aquellas que bebieron té más frío y cantidades mucho más pequeñas. Resulta que la frecuencia del consumo de té y su temperatura fueron suficientes para aumentar el riesgo de cáncer de esófago.
En conclusión, cabe señalar que el cáncer de esófago es el octavo cáncer esperado con mayor frecuencia en el mundo.
Sin embargo, antes de que todos decidan eliminar el té de sus vidas, recuerden que el té también tiene muchas propiedades buenas y saludables, pero por supuesto todo debe usarse con moderación.
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Autora: Agata Ernst
Fuentes:
- www.medicalnewstoday.com/articles/324771.php
- Jan Gawęcki “Nutrición humana. Fundamentos de la ciencia de la nutrición.
- Jan Gawęcki, Marian Grzymisławski „Nutrición de una persona sana y enferma”.