El cáncer de esófago es el octavo cáncer más común en el mundo. Los factores que aumentan el riesgo de enfermarse incluyen: Fumar y beber alcohol de alta graduación. ¿Cuáles son los síntomas del cáncer de esófago? ¿Un nudo en la garganta siempre significa el peor de los casos?
Cáncer de esófago – definición
El cáncer de esófago es un tumor maligno. Su forma más común es el carcinoma de células escamosas, que representa alrededor del 90% de todos los casos. Se deriva de las células epiteliales escamosas que recubren el órgano. El 10% restante es adenocarcinoma, que suele surgir en la parte inferior del esófago. Se deriva de células que realizan una función glandular.
Causas del cáncer de esófago
Las principales causas del cáncer de esófago incluyen: fumar, beber alcohol de alta graduación y una dieta poco saludable. Sin embargo, estos no son los únicos factores que aumentan el riesgo de enfermarse. También incluyen:
- El esófago de Barrett.
- Acalasia.
- Síndrome de Plummer-Vinson y síndrome de Howel-Evans.
- Quemadura del esófago con sustancias químicas.
- Obesidad (se aplica al adenocarcinoma).
Para enfermedades como el cáncer de esófago, la edad también juega un papel (es raro en personas menores de 55 años). Además, se diagnostica con mayor frecuencia en hombres.
Síntomas del cáncer de esófago
En sus primeras etapas, el cáncer de esófago causa síntomas que no son específicos y pueden confundirse con la enfermedad por reflujo gastroesofágico. Por lo general, la enfermedad se detecta bastante tarde, cuando aparece un tumor en el esófago que provoca el estrechamiento o el cierre de la luz del órgano.
Luego síntomas como:
- Disfagia (dificultad para tragar bocados de comida).
- Odinofagia (dolor al tragar).
- Náuseas y vómitos.
- Dolor en la parte superior del abdomen y detrás del esternón.
Los pacientes a menudo también notan síntomas generales:
- Pérdida de peso o incluso emaciación extrema.
- Disminución del apetito.
- Hemorragia gastrointestinal.
- Dificultad para respirar y tos (síntomas similares son causados por el cáncer de laringe).
Diagnóstico del cáncer de esófago
El cáncer de esófago en las primeras etapas rara vez se detecta, generalmente durante una endoscopia de rutina (lo que deben recordar, entre otros, las personas con esófago de Barrett).
Muy a menudo, los pacientes informan al médico cuando aparecen síntomas molestos, especialmente dificultad para tragar. Luego se realizan la esofagoscopia (examen endoscópico del esófago) y la gastroscopia.
¿Qué detecta el médico? Si existe sospecha de cáncer, es necesario ampliar el diagnóstico con un examen radiológico del tracto gastrointestinal superior con contraste.
Para determinar la etapa del cáncer, adicionalmente:
- Broncofibroscopia (en el caso de tumores localizados en la parte superior o media del esófago).
- Tomografía computarizada.
- PET-CT (examen especialmente útil cuando el diagnóstico inequívoco de cáncer no es posible de otra manera).
Etapas del cáncer de esófago
Los médicos suelen utilizar el sistema de estadificación TNM para clasificar el cáncer de esófago:
- T: Tamaño del tumor y afectación de los tejidos circundantes,
- N: Afectación de los ganglios linfáticos,
- M: Metástasis a otros órganos.
La descripción del estadio del cáncer de esófago también juega un papel importante. A continuación se muestran detalles simplificados:
- 0: Etapa pre-invasiva, el tumor no se infiltra y está rodeado por una cápsula.
- IA: El tumor es pequeño y no infiltra la capa muscular, pero alcanza la submucosa.
- IB: El tumor infiltra la membrana muscular,
- IIA: El tumor infiltra la membrana que rodea el esófago, alcanza los bordes del órgano.
- IIB: El tumor es pequeño como en el estadio IB, pero además hay cambios en 1 o 2 ganglios linfáticos regionales.
- IIIA: El tumor crece e infiltra estructuras adyacentes, o hay cambios en un número creciente de ganglios linfáticos.
- IIIB: El tumor es grande e infiltra la membrana que rodea el esófago, y varios ganglios linfáticos están involucrados.
- IIIC: Invasión de órganos adyacentes y compromiso de al menos 3 ganglios linfáticos o más de 7 (incluso si el tumor no es grande).
- IV: Las metástasis a distancia, el tamaño del tumor o la infiltración de los ganglios linfáticos son irrelevantes.
Tratamiento del cáncer de esófago
La elección del método de tratamiento depende de la ubicación y el estadio de la enfermedad, así como del estado general del paciente. En la etapa inicial, si se trata de un tumor operable, se suele utilizar una de dos soluciones básicas:
- Quimioterapia preoperatoria y resección del esófago.
- Resección quirúrgica del esófago (si es necesario, junto con parte del estómago), extirpación de los ganglios linfáticos regionales y restauración de la continuidad del tubo digestivo.
Si un paciente no es elegible para cirugía debido a comorbilidades pero está en buenas condiciones, a menudo se considera la quimiorradioterapia. En el caso de un tumor borderline resecable, se puede utilizar quimioterapia o quimiorradioterapia para el control local de la enfermedad.
Es importante destacar que, incluso cuando se diagnostica un cáncer inoperable, es posible implementar varios métodos de tratamiento. Esto incluye anteriormente mencionadas, quimioterapia y radioterapia combinadas, inmunoterapia o terapia paliativa. Este último grupo incluye pacientes con metástasis a distancia e infiltración de la tráquea, el corazón y los grandes vasos.
El tratamiento paliativo incluye principalmente braquiterapia (utilizando isótopos radiactivos colocados directamente en el esófago), terapia con láser, electrocoagulación, dilatación mecánica del esófago,
Pronóstico en el cáncer de esófago
Debido a que el cáncer de esófago generalmente se diagnostica en una etapa avanzada, el pronóstico es malo. Se estima que hasta el 15% de los pacientes sobreviven 5 años en este caso, mientras que en la etapa temprana es incluso del 90%.
Las posibilidades de sobrevivir a dicho período disminuyen cuando el tumor invade la mucosa y los ganglios linfáticos regionales. ¿Qué pasa si me diagnostican cáncer de esófago inoperable?
El pronóstico tampoco es favorable entonces, por lo que vale la pena prestar atención a todos los síntomas perturbadores (como acidez estomacal prolongada, ardor detrás del esternón o dificultad para tragar) y consultar a un médico si es necesario.
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Autor: Fundación Oncológica Alivia
Fuentes: